MI PRIMERA SEMANA EN CHOLET
Ya ha pasado una semana desde que llegamos a Cholet, ya
tenemos amigos, entendemos todo lo que nos cuentan, ya nos hemos
acostumbrado a comer a las doce y a cenar a las siete, ya somos alumnos
del Lycée Renaudeau. Poco a poco vamos adoptando las costumbres
francesas como nuestras, lo único a lo que no nos acostumbramos es al
frío que hace todo el día.
Las clases son muy
diferentes a las clases en España, pero no peores. La única pega que les
pongo es tener clases después de comer, porque nos entra un sueño
horrible. El hábito español de echarnos la siesta después de comer me
está pasando factura...
Por las tardes, aprovecho
para llamar a mis amigas que tienen muchas cosas que contarme, y yo a
ellas. Antes de cenar, juego al UNO con Anaïs, Clement y la petite
Louise. Me lo paso muy bien con ellos, Clement es súper gracioso y le
estoy enseñando español, me río muchísimo con él porque me recuerda a mi
hermano Quique. La petite Louise siempre va cantando y bailando por la
casa, con sus trencitas. Jugamos mucho a las cartas, también con los
padres y con los abuelos, todas las tardes gano al menos tres partidas
.jpg)
.
Este
finde he ido a Sables d'Olonne, un pueblo costero que está a una hora
de Cholet. Hacía muchísimo frío, pero pude ver el atardecer en el mar, y
las regatas.
Paso muchas tardes en el
conservatorio, porque Anaïs toca la viola y Clement el trombón, los
acompaño a sus clases de canto y a la orquesta, así que tengo unos pocos
conciertos gratis a la semana.
Algunas tardes
vamos chez les papies, a casa de los abuelos. Mamie hace unas tartas y
unas brioches increíbles. Por cierto, he comido ya cuatro Galette des
Rois, aquí la Navidad no se acaba nunca, lo bueno es que me ha tocado la
fèvre una vez... J'ai de la bonne chance!
LEONOR