El primer dia estuvimos en la escuela de hostelería de Asti, ahí yo personalmente me lo pase muy bien, conocimos a chavales de nuestra edad, con los que con la ayuda del traductor estuvimos charlando un buen rato. En cuanto a la escuela, sus instalaciones etc, pienso que la Universidad Laboral, está mejor equipada, cosa que hasta que uno sale de su centro, no se da cuenta de la suerte que tiene. El segundo día conocimos Torino, una ciudad preciosa, con el encanto de las ciudades grandes y sin ese agobio tan característico. Conocimos también el problema de Rafa para medir las distancias, andamos unos 25km cuando para Rafa todo estaba a 5min. jajajaja.
Al día siguiente empezamos lo que si que iba a ser nuestra vida aquí. La presentación en las empresas fue genial y he de decir que he tenido mucha suerte, trabajar en Campanaro es una auténtica suerte. Mi restaurante es un pequeño restaurante de cocina Piamontesa, con tan solo 13 mesas. En Campanaro he conocido lo que es redoblar y triplicar mesas. En cuanto a los empleados son geniales, me tratan de maravilla desde el primer día y a día de hoy soy casi casi como un empleado más. En cuanto a la convivencia, están los dias buenos, los días malos, las risas, las peleas, pero en general es algo positivo, estar aquí con los que han sido tus amigos durante 2 años es sin duda un apoyo.
En Cáceres, muchas cosas que se echan de menos pero que tendrán que esperar 15 días más, mi hermano, mi madre, mi padre, mis abuelos, mis amigos, mis cafés por las tardes etc etc. No somos conscientes de la suerte que tenemos de poder vivir esto y por un coste muy reducido. Trabajarvy conocer otro modo de restauración, otras costumbres, otras formas de vestir, otra lengua, otra cultura, otras ciudades... Aquí os dejo fotos de Campanaro, de Genova, de Torino, de Asti, del apartamento, de mis pachachos
Javier Nuñez y Alberto Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario