jueves, 6 de junio de 2019

KA 116

NOS VOLVEREMOS A VER ITALIA


Erasmus en Turín (Eduardo Díaz Jiménez, 2º Cocina Y Gastronomía)
Una de las cosas que más recuerdo son los nervios previos al viaje, cuanto más se acercaba el día más presentes estaban esos nervios en mí. 
 
No estaba preocupado realmente porque sé que me desenvuelvo perfectamente en cualquier situación pero… Era un viaje a Italia… y no unos días o una semana sino ¡Un mes!
Los nervios estaban a flor de piel pero por fin ese día llego, el día en que comenzaría mi nueva y pequeña aventura. 
 
Una cosa que me gusto bastante aunque parezca una absurdez fue el hecho de montar en avión, jamás había montado en uno y fue una sensación bastante divertida ya que estaba junto a mis compañeras de viaje como un niño chico jajaja. 

Tras dos horas o quizás menos de vuelo llegamos a nuestro destino.
Estábamos en un país que no era el nuestro y la sensación era como de inquietud, aunque también bastante tranquilidad porque la verdad es que es muy parecido todo en general a nuestro país.
En general todo fue rodado en mi estancia en Italia.
En el trabajo estaba como en casa, la gente era agradable a más no poder y éramos todos una piña. Ya que no manejo el italiano me resulto un poco complicado entenderme con alguno de ellos pero con el inglés, castellano y demás, nos apañamos de momento jejeje.
Gracias a esto me traigo unas amistades preciosas conmigo y una a destacar sobre todas las otras es, como no podría ser de otra forma, mi gran amigo Gonzalo. 
 

Una persona como pocas quedan en este mundo y nuestro mayor apoyo en Italia, desviviéndose cada día para que estuviéramos como en casa.
“Si lees esto, Gonzalo, Extremadura es tu casa, ya lo sabes. Y recuerda lo que te dije: El día que visites Extremadura vas a querer quedarte a vivir jajaja”
Con el alojamiento tuvimos algún problemilla por problemas de comunicación e entendimiento entre las partes pero poniéndole ganas e interés a las cosas todo se soluciona.
La ciudad es preciosa, su arquitectura es impresionante y queda sin palabras a cualquiera que la vea.
Realizamos un viaje a Milán. Una ciudad igual de bonita que Turín pero con un toque más moderno. Visitamos cantidad de monumentos a cual más bonito y por supuesto fuimos a comer y cenar a todo tipo de lugares.
La comida es una maravilla, sus pizzas son de otro mundo y su pasta igual. Su vino y su cerveza son espectaculares también. 
 
En general ha sido una experiencia buenísima y digna de repetir aunque tengo que hacer hincapié en una cosa.
Son experiencias que hay que vivir para crecer como persona y para valorar lo que tienes, porque creedme cuando os digo que aun siendo una persona totalmente independiente y estando genial en Turín, jamás había echado de menos tanto a mi Extremadura y sobre todo a mi gente.
Nos volveremos a ver Italia.

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